Siempre he sabido (pensado y sentido) que cada momento en la vida es único y algunos, además, son excepcionales.
Hoy es uno de esos días. Hoy, consigo decir que necesito de tu aliento porque el mío no me alcanza. No te pido que restes del tuyo sino simplemente que me alientes, que me recuerdes que la vida es bella, que merece la pena experimentar la experiencia, que no todo es esta melancolía, no todo es esta tristeza casi enfermiza.
Recuérdame tu risa, esa que da sentido a la vida porque ella misma es eso, VIDA. Recuérdame, que la experiencia del vivir aunque es personal a la vez puede ser compartida.
Recuérdame, porque hoy... necesito de tu mirada, de tu sonrisa. Necesito de tu guía.
Saber pedir. Muchas veces no sabemos, lo consideramos algo feo, y hay que saber pedir, además con esa dulzura con que lo haces, porque algunos días necesitamos un poco de aliento y sabemos quién nos lo puede dar.
ResponderEliminarUn beso
Me alegra verla por aquí, correteando con su hábito lila al viento, es agradable y risueña su imagen sor.
EliminarConseguir reconocer mis necesidades (emocionales) ponerle palabras y conseguir verbalizarlo me está llevado toda la vida.
Un saludo cariñoso a usted hermana y gracias por acercarse hasta aquí (permíteme que te hable de usted, es un guiño a la imaginación)
a mi me gustaría recordarte esa frase que corre por las redes y los grafitties y que me encanta y que diceeso de que la mujer de tu vida eres tu, recupera tu aliento y tu risa. Eres lo mejor que te ha pasado
ResponderEliminarGracias Farala, mi memoria a veces es frágil.
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